Editorial

La Cuaresma es tiempo de oración, de toma de conciencia, de escucha. Se nos brinda una oportunidad para dejar aflorar nuestras contradicciones, nuestras incoherencias, y repensarlas a la luz del Evangelio. Quizá la conversión más profunda que podemos afrontar durante estas semanas sea atrevernos a vivir lo que decimos creer. Un difícil reto, sin duda.

Pero también, como nos recordó el Papa Francisco, la Cuaresma hoy día es, más que nunca, un tiempo de cambio esperanzado. Es momento de tomar aire de nuevo, de volver a respirar. Por eso la alegría tiene sitio en la Cuaresma, porque todo intento de renovación lleva implícita la ilusión por el cambio, la esperanza de mejora.

Esperanza en ser capaces de volver nuestros ojos a Jesús, encontrarnos de nuevo con su abrazo y redescubrir su invitación a seguirle; a vivir trabajando con esperanza por un mundo más justo.

ECO
(Equipo de COmunicación)

Oración Joven: “Elige la esperanza, yo estoy contigo”

Un año más, se realizó en la Parroquia de la Virgen de Guadalupe la Oración Joven, preparada por un pequeño comité de la Pastoral Juvenil. Se pensó que este año la oración girase alrededor del lema parroquial del curso: “Elige la esperanza, yo estoy contigo”. Fue dirigida al resto de jóvenes de la parroquia y también a la gente joven de otras parroquias.

Al principio de la oración, dimos a cada uno de los asistentes una pequeña vela y  unos papelitos con la imagen de una vasija de barro, todos símbolos importantes a lo largo del encuentro.

La oración estuvo formada por 3 momentos distintos. Cada uno de ellos hacía referencia a una palabra determinada de nuestro lema parroquial.

El primer momento de la oración giró alrededor de la palabra “Elige”. Éste, estuvo marcado por un pequeño poema de Benjamín González Buelta llamado “Escojo la vida”. En él se nos llamaba a preguntarnos y a reflexionar sobre los distintos significados y consecuencias que tiene la palabra elegir. Después del poema, leímos una pequeña lectura del libro del Deuteronomio y tras una reflexión acerca de todas las elecciones que se nos hacen presentes en nuestro día a día, propusimos a los asistentes que para hacer patente esta elección, cuando estuviesen preparados, encendieran la vela que les habíamos dado al comienzo de la oración.

El segundo momento de la oración estuvo centrado en la palabra “Esperanza”. Para este momento se comenzó con una pequeña definición de dicha palabra, y tras la lectura de un fragmento de una carta de los Hermanos de Taizé, invitamos a hacer una pequeña reflexión sobre la palabra esperanza, leyendo un pequeño fragmento de la Segunda Carta a los Corintios. Dejamos unos minutos de silencio y reflexión personal, donde invitábamos a los asistentes a pensar en aquellas personas, lugares o momentos de sus vidas en donde ellos creían que se encendía ese pequeño fuego de la esperanza. Les propusimos que además, escribieran esos recuerdos detrás del dibujo de la vasija que se les dio al principio, para que de ahora en adelante los tuvieran muy presentes.

Y como tercer momento de la oración, nos centramos en la segunda parte del lema parroquial “Yo estoy contigo”. Para entrar en clima de oración, decidimos poner la canción “Fíate” del grupo Ixcis, donde se nos llamaba a fiarnos y dejarnos acompañar por los brazos del Padre. Después de escuchar esta preciosa canción, leímos un pequeño fragmento del libro del Profeta Jeremías para terminar leyendo dos pequeñas reflexiones que nos llamaban a cuestionarnos sobre en qué momentos sentimos que nuestro padre Dios nos acompaña y de qué forma somos capaces de llevar la esperanza a los demás y cómo actuamos para decirle a los demás: “Yo estoy contigo

Como símbolo final, toda la asamblea llevamos nuestras velas encendidas y las pusimos delante del altar, para simbolizar que no estamos solos, que siempre vamos a estar acompañados de gente que nos quiere, de gente que nos aprecia, y de gente que se preocupa por nuestra vida, ya sean familiares, amigos, profesores o gente que no conocemos.

Las vasijas decidimos que la gente se las llevara como recuerdo de la celebración y para que tengan en su memoria ese recuerdo que les hace abrir su corazón a la esperanza.

Y así fue como terminamos nuestro pequeño encuentro, donde celebramos que nuestro Padre Dios sigue en nuestros corazones, después de la Navidad y en proceso de llegar al tiempo de Cuaresma.

Un abrazo cariñoso del Comité preparador de la Oración Joven.

Vida en La Serena

Guadalupanos por el mundo

Tercera parada de nuestro viaje. Hoy llegamos a La Serena, Chile, donde Ramiro nos cuenta sobre su vida allí.

Vida en La Serena

Hola a todos, aquí un guadalupano más por el mundo. Yo estoy en Chile, en La Serena, a unas 6 horas al norte de Santiago. He venido con la Beca Santander de Iberoamérica por 6 meses. Escogí Chile porque en educación (que es lo que estudio) se supone que lo estaban haciendo bien y es un país emergente, además de ser un país de los más seguros de Latinoamérica. Luego pensándolo bien, te puede tocar un terremoto o un tsunami, te puede picar una araña del rincón y tener que ir directo al hospital… Pero son cosas menos importantes.

La Serena es una ciudad tranquila y con playa, aquí no sólo estudio en la universidad la última asignatura que me queda de la carrera, también estoy haciendo prácticas en un colegio. El cole es el más caro de toda la región (IV Región de Coquimbo), por lo que no es muy representativo de Chile, es prácticamente todo en inglés y con unas instalaciones extraordinarias, está en la zona de mayor nivel económico.

De momento está siendo una experiencia genial, he conocido a muchos chilenos muy amables y a unos 20 internacionales con los que también hemos hecho buena piña. De hecho, comparto piso con dos de ellos. Llevamos un mes descubriendo diferencias en los distintos tipos de español que hay según el país, es muy interesante ver lo diferente que podemos hablar. Al final acabamos en una lengua rara para entendernos.

El tiempo libre lo dedicamos a ir a la playa, tomar algo o hacer deporte. De momento el tiempo ha sido muy bueno, haciendo sol todo el día (hay que bañarse en protector solar, pues aquí la capa de ozono tiene su agujero), aunque por las noches ya hace fresco. En la Uni se puede hacer todo el deporte que quieras de forma gratuita, yo me he metido en el equipo de baloncesto, y me he apuntado a velerismo. También buscamos viajar, aunque aquí las distancias son enormes y es mucho más caro de lo que podríamos pensar en un principio, así que de momento solo hemos hecho excursiones a sitios cercanos. Poco a poco. Aun así, me parece fascinante el paisaje, teniendo a un lado la playa y al otro la montaña. Por la noche en los sitios con menos luz se ven genial las estrellas.

Un saludo a todos,

Ramiro (DC)

Nuestras cuentas parroquiales

El pasado mes de febrero, el pleno del Consejo Pastoral aprobó las cuentas económicas de la Parroquia correspondientes al año 2016, y que os invitamos a conocer descargándolas desde la web.

Queremos agradecer, desde esta página, la Corresponsabilidad de todos los que formamos la Parroquia de Guadalupe, que ha hecho posible que, con los ingresos recibidos a lo largo del curso pasado, hayamos podido mantener las atenciones sociales y afrontar los gastos de funcionamiento y mantenimiento que configuran el tipo de Parroquia que, entre todos, hemos decidido construir.

En 2016 ha sido posible continuar mejorando alguna de las Instalaciones, ¡que ya lo necesitaban!, y por ejemplo hemos actuado en la Cripta, pintándola, cambiando la moqueta y la instalación de electricidad; también hemos podido sustituir las ventanas del sótano, lo que supondrá un ahorro en los gastos de calefacción, ya que el aislamiento se ha mejorado sensiblemente, como habréis notado todos los que pasáis por allí.

El detalle de las cuentas, con los gastos e ingresos detallados, lo encontraréis en el documento que podéis descargar.

Muchas Gracias,

La Comisión de economía

 

Descarga las cuentas de 2016 pinchando aquí.

 

El voluntario, portador de esperanza

En este curso, en el que el lema de la Esperanza preside e ilumina todos los actos que realizamos en Guadalupe, el Grupo de Acción Social (G.A.S.) ha organizado en marzo, en la parroquia, una mesa redonda sobre el Voluntariado (“Yo CREO EN la esperanza”) y una exposición (“Expo-Voluntarios”, abierta del 12 al 26 de marzo), con el fin de hacer visible la figura del voluntario, que es portador de esperanza; animarnos a colaborar en esta tarea, y acercarnos a las asociaciones y proyectos con los que colabora el GAS, en los que participan siempre voluntarios de Guadalupe, que han estado presentes en la exposición.

“¿Maestro, dónde vives?”… “Venid y lo veréis” (Jn 1, 38-39). Esta sencilla pregunta, hecha por los primeros discípulos a Jesús y surgida de su curiosidad, interés o búsqueda interior, la seguimos formulando en la actualidad en nuestro corazón muchos de los que nos llamamos y sentimos cristianos, y la respuesta de Él es siempre la misma: Venid, y lo veréis.

Con estas palabras del Evangelio de Juan se inició el 9 de marzo la mesa redonda sobre el Voluntariado, en la que intervinieron Sebastián Mora, secretario general de Cáritas España; Agustín Rodríguez, párroco de Santo Domingo de La Calzada, de la Cañada Real; María Jesús Méndez, del hogar para personas sin-techo “Jesús Caminante”, e Iván Carmona, miembro de la comunidad Tabish y voluntario de la Asociación Elin, de ayuda a los migrantes.

¿Qué es el voluntariado?, ¿en qué consiste?, ¿cómo se llega a él?, ¿a qué responde?… cada uno de los ponentes, desde su experiencia personal y su visión cristiana de la realidad, fue explicando su llegada a ese mundo del voluntariado, que conforma en la actualidad lo más importante de su vida, pero que en un principio les cogió casi por sorpresa: la curiosidad, el amor, el viaje turístico que de pronto le cambia a uno la vida, porque descubre la terrible realidad de indigencia y necesidad que hay debajo de ese paisaje paradisiaco; la vocación, la inquietud interior por comprender, por avanza… la llamada de cada uno fue muy diferente… pero el fuego interior, la indignación ante la injusticia, que te interpela; la necesidad de transformar esa realidad… son el factor común de todos ellos, el que les impulsó a cambiar su mirada, para que se acompasara a la mirada de Jesús; el que les hizo salir de su comodidad y dar un paso al frente, para intentar construir entre todos una realidad diferente, de justicia y amor.

El voluntario no es aquel que va a decidir sobre la vida del otro y arreglársela a su manera, sino el que va a ponerse a disposición del hermano que le necesita; no es alguien que está solo y actúa a su aire, sino una persona que necesita un grupo, una comunidad de referencia, que le acompañe, le sirva de referencia y le ayude a formarse; no va para “sentirse bien” ayudando al otro, “para sentir que recibe más de lo que da”, sino para acompañar, levantar, acoger… para estar disponible. El voluntario no mira de arriba a abajo, sino de igual a igual. De hermano a hermano.

El primer paso para convertirse en voluntario es sentir esa curiosidad, acoger esa llamada y acercarse a los márgenes del camino. El segundo es “ver” esa realidad, y esa visión transforma nuestro interior y nuestra mirada; el tercero es “enamorarse” de esa realidad, en palabras de Agustín Rodríguez, realidad difícil y dura que no nos gusta, pero que está ahí, y el último paso, darte cuenta de que ya no te puedes apartar… y Dios te va llevando, suavemente, hacia donde te necesita, aunque tú a veces no quieras o no te hayas planteado llegar allí.

El voluntario no es una persona perfecta, sino una persona con su barro y su luz que ha sentido una llamada interior. El cristianismo sin una acción social que le acompañe, el amar mucho a Dios pero olvidarse del hermano necesitado, es algo que no tiene sentido, como subrayó Sebastián Mora.

No siempre es fácil el camino, por eso se requiere de un acompañamiento que ayude a discernir. Se pueden conjugar vida familiar y laboral y el voluntariado, aunque esta manera nueva de mirar el mundo y acercarte a él va impregnando todos los ámbitos de tu vida.

María Jesús Méndez, que estuvo en una comunidad de Guadalupe, explicó su experiencia en “Jesús Caminante”, un hogar para las personas sin-techo a los que la calle ha vencido del todo y no tienen ya ninguna esperanza. Llegan rotos a este hogar y allí son acogidos y atendidos, y viven en él hasta su muerte. Esta asociación tiene una casa para hombres en Colmenar Viejo y otra para mujeres, en el barrio de San Blas. Al principio María Jesús era una voluntaria más; más tarde su compromiso se profundizó y entonces se trasladó a vivir en el hogar de Colmenar.

Iván Carmona habló de su trabajo como voluntario durante unos años en Ceuta, utilizando los fines de semana y las vacaciones, acogiendo y ayudando a los migrantes que llegaban, cada uno con su historia de dolor, miedo, hambre y esperanza. Cada uno con un rostro, un nombre y una historia. Cada uno una persona irrepetible, un hermano. La realidad vivida transformó la vida de Iván; ahora trabaja en el campo social y ayuda en Madrid a los migrantes.

Después de las intervenciones de los ponentes se abrió un turno de preguntas en un salón de actos completamente lleno de asistentes.

“¿Maestro, dónde vives?”… “Venid y lo veréis”. Y Jesús nos sigue invitando cada día a acercarnos y a caminar con Él.

Sol Valero de Bernabé
Comunidad GO