Como respuesta a la sociedad actual que se nos presenta injusta, desacralizada y de falta de sentido por la vida…
Optamos por una evangelización que nos haga tomar conciencia de que todavía no estamos convertidos y de que el mensaje de Jesús es liberador y actual para el hombre y la mujer de hoy.
La evangelización debe:
- Ofrecer a las personas un proyecto de vida integral.
- Ser anuncio de la Buena Noticia sintetizada en las Bienaventuranzas.
- Mostrar la posibilidad real de construir el Reino de Dios.
- Cuestionar nuestras vidas.
- Basarse en el respeto a la persona.
- Potenciar la acción social.
La evangelización debe ofrecer a la persona un proyecto de vida integral, partir de la propia experiencia y tener una vivencia actual.
La evangelización debe ser anuncio de la Buena Noticia que nos lleva a la integración entre fe y vida para que la vida cobre sentido y, desde aquí, podamos transformar lo que nos rodea.
La evangelización debe favorecer, en cada proceso personal, la identidad cristiana y mostrar la construcción del Reino como una posibilidad real.
Debe cuestionar nuestras vidas, ser liberadora y estar basada en la convicción y vivencia de la verdad que transmitimos.
Debe estar basada en el respeto a la persona, en sus circunstancias concretas, pero con criterios firmes respecto de lo que es y no es evangélico.
Todo proyecto de evangelización debe tener claros los siguientes elementos:
- La realidad de donde parte.
- A quien se dirige.
- Los objetivos que se propone.
- Los medios de que dispone.
Todo proyecto tendrá en cuenta la realidad en que se desenvuelven tanto los evangelizados como los evangelizadores. A través de la evangelización buscamos poder responder a tres situaciones diferentes que se nos plantean:
- La de quienes están lejos o indiferentes respecto de la fe y de la Iglesia.
- La de quienes llamamos practicantes, que se contentan con lo que creen, pero sin vivir y expresar su fe.
- La de quienes buscan crecer y profundizar en su fe.
Los objetivos que ha de proponer el proyecto de evangelización son:
- Convocar, crear interrogantes y ofrecer caninos y formas de respuesta desde la cercanía y la solidaridad.
- Presentar un proyecto de Jesús que englobe toda la vida.
- Ofrecer un proyecto coherente que sea realidad y sirva de testimonio para favorecer procesos auténticamente vocacionales.
Queremos evangelizar a través de los siguientes medios:
- Del testimonio personal y comunitario.
- De la Palabra.
- De la Liturgia, como expresión celebrativa de lo que se vive.
- De los grupos y áreas de la Parroquia que vivan procesos permanentes y progresivos de profundización.
- De los misioneros del Espíritu Santo, mediante su precisión, asesoramiento, celebraciones litúrgicas y su atención personal y grupal.
El proyecto de evangelización debe llevar al evangelizado a:
- Una fe como:
- Don de Dios.
- Opción personal (propuesta, no impuesta).
- Un proceso de maduración en la fe que parte de la realidad y presenta una lectura del Evangelio profética, liberadora y transformadora.
- Una vida de oración y de contacto con la Palabra. Un compromiso con la realidad que se vive, que sea testimonio del proceso de conversión.
- Ser personas que integran su fe y su vida de manera que Jesús sea el Señor.
- Formar grupos que:
- Desemboquen en comunidades donde se participe de un mismo espíritu y se comparta la fe, la vida y el compromiso.
- A través de la acción social, den respuesta a las necesidades de la realidad en que viven.
Pastoral de Adolescentes – Éxodo
Pastoral de Adultos