Optamos por una parroquia participativa y celebrativa, desde la primacía del criterio de evangelización sobre lo cultual y sacramental y, en consecuencia,
- Donde se viva un proceso permanente y progresivo de formación que lleve a participar y a celebrar la fe.
- Donde las celebraciones sean consecuencia y expresión de una vida de fe comprometida.
Optamos por una parroquia cuyas celebraciones respondan a los elementos fundamentales de la espiritualidad de los Misioneros del Espíritu Santo; y en consecuencia reflejen:
- La dimensión de oración personal y comunitaria.
- La dimensión sacerdotal de Cristo sacerdote y víctima.
- La dimensión eclesial, de Iglesia Pueblo de Dios.
- La dimensión eucarística, de vivencia del Misterio Pascual.
- La dimensión mariana, de María, madre de Cristo Sacerdote y madre de la Iglesia.
Optamos por una parroquia que llene de contenido todo lo que se celebra, de forma creativa y festiva, y en consecuencia:
- Donde los sacramentos se vivan como un momento intenso, dentro del proceso de formación.
- Donde los sacramentos se administren como consecuencia de un proceso
- evangelizador y no rutinariamente.
- Donde se potencie el carácter comunitario y participativa de los sacramentos.
Optamos por una parroquia con una activa participación de los laicos y laicas en los servicios litúrgicos.