«La misión –decía el P. Félix– no es una empresa humana, sino una empresa en la que Dios mismo quiere obrar por medio de nosotros.» (10 de julio de 1937, Carta titulada: “Lo demás lo haré yo”)
Después de este largo tiempo de trabajo en la elaboración del documento de la Planificación Estratégica, en el que gran parte de la comunidad parroquial hemos participado de manera sinodal, el pasado sábado 10 de junio, en la ASAMBLEA PARROQUIAL, aprobamos por unanimidad el documento final que contiene, además de la Misión y la visión, todos los pasos que fuimos dando hasta su redacción final.
Una vez que el Equipo animador de la planificación Estratégica entregó el testigo al Consejo Pastoral por medio de su secretario, nos comprometimos para que, en los próximos cuatro años, de manera participativa, celebrativa, comunitaria y comprometida, nos impliquemos en llevar a cabo las tácticas (acciones) que hemos establecido en los 4 ejes elegidos, con el único deseo de responder a la llamada que Dios nos hace para Evangelizar hoy la cultura y transformar el ambiente en el que vivimos.
Lo hacemos inspirados en nuestra línea directriz y animados por la Espiritualidad de la Cruz, a través de la cual nos unimos a Jesús Sacerdote que se ofrece a sí mismo para que la humanidad descubra el inmenso amor compasivo y misericordioso de Dios, su padre, quien, parafraseando al padre Félix, “quiere obrar por medio de nosotros” contagiando a la humanidad de la alegría que nos da creer y confiar en Jesús, dejándonos mover por la fuerza de su espíritu.
Esto no ha hecho más que comenzar, aunque no desde cero, porque ha habido, antes de nosotros, muchas generaciones de laicas, laicos y misioneros que han ido construyendo nuestra parroquia de manera generosa, lúcida, y audaz, tanto en la liturgia (eje 1) como en la misión compartida (eje 2), en la apertura y solidaridad (eje 3) o en los procesos formativos (eje 4). Hoy, humilde, pero
determinadamente, nos proponemos hacer nuestra esta planificación estratégica para preparar el camino a las futuras generaciones que, a su vez, darán continuidad a lo que reciban como legado. Ellas tendrán el mismo reto que los anteriores y nosotros hoy, de orar,
contemplar la realidad, reflexionar y decidir la ruta a seguir caminando en fidelidad al carisma que el Señor nos ha regalado para la edificación de su Iglesia.
Concluimos el sábado la Asamblea Parroquial con una invocación al Espíritu y con una dinámica de compromiso en la que muchos os animasteis a expresar, mediante un post-it, vuestro compromiso de continuar en diversos servicios para hacer realidad la parroquia que soñamos y que quedó consignada en nuestra visión: Somos una parroquia al servicio de la misión evangelizadora de la Iglesia, comprometida con el Evangelio, que vive, ora y celebra la fe desde la Espiritualidad de la Cruz. Soñamos crecer en sinodalidad, con misioneros, laicos y laicas corresponsables. Soñamos una parroquia abierta a dialogar con el barrio, con la Iglesia y con las realidades del mundo. Soñamos una parroquia con procesos pastorales y de compromiso, una parroquia sencilla y transformadora, inclusiva y acogedora que, con los ojos puestos en Jesús y en el Evangelio, se comprometa con el cuidado de la Casa común. Soñamos ser comunidad de comunidades.
De esta manera, y organizados en comisiones, os haremos llegar desde la Comisión Permanente y en vistas al Primer Consejo Pastoral del curso 2023-2024 (previsto para el 18 y 19 de octubre) la forma en la que queremos responder tanto personal como comunitaria y eclesialmente a este proyecto de renovación y actualización.
En nombre de la comunidad de misioneros, del equipo de Planificación Estratégica y del Consejo Pastoral de la parroquia:
Fernando Artigas Sabatés, M.Sp.S.
Puedes descargar el documento con los ejes y tácticas aprobados aquí.