Confirmaciones 2019

Confirmandos con los Misioneros del Espíritu Santo, el Vicario y la Virgen de Guadalupe.El pasado 1 de junio un grupo de jóvenes nos confirmamos en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe. Fue un momento realmente especial para cada uno de nosotros, ya que aunque el final del camino lo recorrimos juntos, cada uno llevaba sus propias experiencias detrás hasta llegar a este ansiado momento; desde estar lejos de tu país, haber intentado confirmarte y no haber podido más de una vez o haber realizado toda la pastoral juvenil con tus hermanas de comunidad y llegar a este momento juntas. Sin duda cada una de nuestras historias hasta el día en que recibimos el Espíritu Santo es única.
Durante la preparación nos conocimos de una manera muy cercana, ni siquiera tuvimos que pararnos a pensar qué era lo que nos unía para que fuera más fácil compartir sobre algo tan íntimo como era nuestra propia experiencia con el Espíritu Santo, pues al calor de nuestra casa “Guada” todos nos sentimos hermanos.

Especialmente significativo fue el retiro la semana anterior a la confirmación, pudimos compartir el día entre nosotros y con nuestros respectivos padrinos. Entre todos, como es costumbre en la parroquia, escribimos nuestro propio credo, era algo que algunos ya habíamos realizado, pero esta vez era aún más especial, pues mostramos con él nuestro compromiso como cristianos a toda la Iglesia.Confirmandos alrededor del presbiterio.
El momento de ser llamado para recibir el Espíritu acompañado de mis padrinos es algo que no olvidaré nunca, me alegro de comprobar que el pisotón como recordatorio haya dejado paso a un abrazo, no sé quién podría olvidarse de un momento como este, yo desde luego no podré.
Este día no hubiese sido posible sin mucha gente, pero quiero mencionar especialmente a Fernando que fue el encargado de acompañarnos junto con David y Begoña de la comunidad de Desvelados. Ellos nos guiaron y nos dieron una perspectiva mucho más amplia de lo que significa confirmarse, creo que nunca podré agradecerles lo suficiente el acompañamiento que nos dieron, ya que hicieron que diera perspectiva y sentido que a mí se me escapaba; con su ayuda pude disfrutar de ese día más plenamente.

Me despido confirmando que siento el Espíritu conmigo todos los días y que es maravilloso sentirse amado por Jesús y por el Padre.

Jaime Santamaría Martínez