Encuentros con Personas Sin Hogar (EPSH) desde Guadalupe – Octubre 2022

En esta sociedad del bienestar actual resulta sorprendente, y a la vez es un reto que afrontar,  el todavía elevado número de personas que quedan fuera de la misma, sin los bienes materiales mínimos que serían esperables en un país como el nuestro.

Y dentro de ese grupo, el colectivo que mayor desafío supone, es el de las personas al que no tenemos más remedio que llamar “personas sin hogar”. Hombres y mujeres que no tienen un techo donde acudir a descansar cada noche, una cama donde reposar, en definitiva, un hogar.Equipo de Encuentros con Personas sin Hogar

Como seguidores de Jesús, es difícil no ver en esos rostros al hombre o a la mujer que sufre, no escuchar ese callado grito de ayuda ante el “mirar a otra parte” con la que gran parte de la sociedad reacciona (reaccionamos), no oímos o no queremos oír  a esas personas que piden algo de humanidad por nuestra parte, que nos reclaman esa dignidad que parece pisoteada por el hecho de vivir en la calle.

En un intento por responder a esa llamada un grupo de voluntarios de Guadalupe hemos ido descubriendo cómo colaborar para que esos amigos sientan que tienen a alguien que los escucha, a alguien que se acerca a ellos. 

La  excusa a la que recurrimos para acercarnos a ellos y que ellos tengan ganas también de acercarse, es compartir, los viernes, una cena que preparan los restaurantes y bares cercanos a Guadalupe. Así, en estos momentos, el Buggy, el Casa Lucas y la Taberna de Rafa, de forma totalmente altruista, preparan entre 20 y 30 raciones de cena que transportamos en envases individuales y ecológicos a los amigos que los necesitan en nuestra zona de actuación.

Divididos en equipos, la noche de los viernes nos acercamos a sus lugares de descanso y tenemos ese momento de encuentro con ellos: compartimos de tú a tú unas lentejas, una ensalada de pasta o unos macarrones, con una botella de agua cuando hace calor o con un caldo caliente y oloroso cuando las temperaturas bajan. Y es el momento en que los escuchamos, en que dejamos que nos cuenten, que nos hablen, en que aprendemos de ellos. 

Cada equipo sale una vez cada cuatro semanas. Quedamos en Guadalupe a eso de las 19:30;  nos acercamos a los restaurantes colaboradores para recoger la cena, dispuesta en envases individuales. Y con todo preparado y divididos normalmente en dos rutas, nos acercamos a repartir las cenas entre nuestros amigos. Normalmente terminamos ya entrada la noche.

Tras varios años podemos decir que la relación que hemos ido construyendo  hace que realmente nos sintamos amigos de ese grupo de personas. Además, tras cada salida, cada equipo prepara un informe en que se detalla el cómo están, si cobran o no la ayuda social,  si han encontrado una habitación, aunque sea para dormir en invierno. En esos informes también se incluye información que las personas a quienes ayudamos nos proporcionan sobre ellos mismos, retazos de sus vidas, así como si hemos descubierto personas nuevas a las que acompañar. 

Esta relación continuada nos va uniendo a ellos cada vez un poco más y por eso es duro para todos cuando ocurren acontecimientos que se tornan desgracias. Lamentablemente la vida en la calle es dura, el desgaste de no tener hogar resulta aterrador, y esto provoca que muchos de nuestros amigos nos dejen de forma inesperada. Son momentos duros para los voluntarios, que hemos creado lazos invisibles pero fuertes con ellos, pero  infelizmente la realidad se impone. 

Durante el mes de octubre se han venido realizando en Guadalupe diversas actividades de concienciación para dar visibilidad a estas personas y acercar su realidad a nuestra comunidad. El objetivo de estas actividades es doble: por un lado, sensibilizarnos ante esta realidad tan dura y, sin embargo, tan cotidiana. Por otro lado, remover conciencias y ofrecer un espacio donde todos los hermanos y hermanas de Guadalupe puedan canalizar esa llamada que reciben del que sufre.

Os animamos a todos los que os hayáis sentido interpelados al leer este artículo o al conocer  las acciones que hemos ido llevando a cabo en el mes de octubre a que os unáis a este grupo de voluntarios y así poder contar con más recursos en nuestras salidas.

Si, como decimos, os sentís interpelados, poneos en contacto con los responsables de este voluntariado, bien a través del GAS, bien directamente en la dirección de correo epsh@parroquiadeguadalupe.com

Adjuntamos una foto con algunos miembros del grupo de voluntarios en la asamblea de inicio de curso.