Es tiempo de plantar olivos

(Extraído de la Crónica semanal de los Misioneros del Espíritu Santo)

¿Dónde está la utilidad
de nuestras utilidades?
Volvamos a la verdad:
Vanidad de vanidades.

Antonio Machado

El olivo es una planta que de manera especial requiere memoria y paciencia. Al ser injerto surge de un momento de quiebre y solo después se verán los frutos. Antes de su cosecha, el olivo implicó para los labradores aceituneros: coordinación, cooperación y espera. Dicen, los que saben, que estas fechas de marzo son buenas para plantar olivos. Pero nosotros no sabemos de plantas, mucho menos de agricultura mediterránea. Nuestro mundo pastoral se rige en buena medida por el contacto cercano, el acompañamiento calendarizado de personas y las agendas llenas de reuniones. ¡Y de pronto todo esto se acaba! Se nos cayeron las actividades programadas y eso que creíamos imprescindible.

Fase de contención: momento de escuchar la realidad y relativizar lo propio

El lunes 9 de marzo tuvimos sin extravíos el retiro mensual de comunidad y las agendas ordinarias. La situación, todavía, se veía muy lejos. La noche de ese lunes, las autoridades competentes nos informaron en los telediarios de que el tema del COVID-19 estaba afectando significativamente nuestro país. Necesitaban iniciar un plan de contención del virus que permitiera frenar el contagio. El Estado tomaba la decisión de cerrar colegios y promovía que los ciudadanos saliéramos lo menos posible de casa. Se pedía paciencia porque era apenas el comienzo de esta situación.

Desde ese momento, nos empezaron a llegar una serie de preguntas por parte de los grupos pastorales: ¿Qué pasará con nuestras actividades?, ¿Hay que tomar medidas drásticas o guardar en todo momento la calma; ir un paso atrás de lo que las autoridades nos señalen?, ¿Bastaba con evitar aglomeraciones y tomar distancias considerables, por ejemplo, con el signo de la paz? Desde la Archidiócesis   se hablaba de dispensar, limitar y disuadir de la asistencia a las Eucaristías, pero no de suspender el culto.

El martes 10 de marzo fue el momento de la toma de decisiones. Teníamos claro como comunidad tres cosas: 1. Necesitábamos dar un mensaje claro de la situación. 2. Tomar decisiones que preveíamos afectarían todas las actividades previamente programadas (ejercicios espirituales de adultos, confesiones comunitarias, pascua de adolescentes y jóvenes, sacramentos, etc.); combinando paciencia con acciones efectivas. 3. Colaborar para generar un ambiente colectivo de discernimiento y no de sobreinformación, especulación y pánico propio de las redes sociales. Una vez establecidos estos criterios, Fernando convocó a la Comisión Permanente del Consejo Pastoral, vía internet. A final del día se publicó un primer comunicado en el que se limitaba la actividad pastoral al mínimo y se preveía que las misas dominicales fueran reducidas y  en un espacio más amplio.

Los días miércoles 11 y jueves 12 de marzo fueron días para orar por la situación sanitaria del país y favorecer la creatividad pastoral. Empezaron a surgir ideas de talleres virtuales para los adultos, los jóvenes vislumbraron la posibilidad de una pascua telemática, se acordaron reuniones de comunidades laicales vía Skype, etc. Experimentamos una libertad interior de relativizar las cosas programadas y de esperar con paciencia que la situación nos pidiera nuevas medidas, esperando tiempos de una pastoral de la innovación y la creatividad. Una parroquia digital que siga siendo comunidad de comunidades.

Fase de mitigación: hay que tomar nuevas decisiones y volver a escuchar

En pocos días,  se duplicaron los casos de coronavirus en el país.  La Comunidad de Madrid continuaba siendo la región más afectada con 1.990 casos, con un total de 40 fallecidos. La capacidad asistencial sanitaria empezó a ser insuficiente, debido a que no se tenían recursos suficientes para atender los casos. Durante el viernes día 13 habíamos pasado de una fase de contención a una de mitigación del virus. Pastoralmente, lo único que no habíamos suprimido eran las eucaristías diarias y la atención social a personas desempleadas.

Nos reunimos nuevamente la comunidad para evaluar la situación.  La supresión del culto público era una medida que se podría interpretar como exagerada por unos y, el no hacerlo, como imprudente para otros. La archidiócesis seguía en la postura de misivas anteriores: se promovía la misa virtual, pero se seguía convocando a los templos. Sin embargo, como se abría la posibilidad a cerrar el culto consultando previamente al Vicario Pastoral, nosotros decidimos hacerlo; horas después se nos comunicó oficialmente desde la Archidiócesis el cierre total. El gobierno anunció el llamado “estado de alarma” con el que quedaba restringido el libre tránsito en las calles.

Ese mismo día nos pronunciamos nuevamente como comunidad. Decidimos sumarnos a la campaña que algunos jóvenes promovían en las redes: #YoMeQuedoEnCasa. Emitimos un nuevo comunicado en la noche diciendo: “Quedan suspendidas todas las Actividades Presenciales Pastorales tanto de las áreas (Génesis, Éxodo, PJV, y Pastoral de Adultos) como de servicios (Bautismal, Sepas, GAS, y las diversas Comisiones y el trabajo Social de Empleo) durante el mes de marzo. Quedan suspendidas las misas presenciales  tanto entre semana como en domingo y festivos”. Nos tocaba ahora idear formas, signos y mediaciones para ser una parroquia de puertas abiertas, pero en una situación de paciencia y prudencia pastoral.

Decidimos continuar con nuestro acompañamiento como misioneros, pero buscando formas responsables con la situación. Una de ellas, ofreciendo la misa dominical streaming. No simplemente por ofrecer una misa, ya hay muchas. Quisimos cada semana ofrecer la eucaristía concelebrada para nuestra comunidad parroquial. En ella, resaltar signos, mensajes y gestos que nos recuerden que seguimos activos como “Comunidad de comunidades”. La iniciativa fue un éxito, ahora ya circulamos en la red. (www.youtube.com/c/pdeguadalupe).

El sábado 14, la diócesis y el Estado ratificaron, con sus respectivos comunicados, nuestras decisiones. Se emitió un Real Decreto que dictamina lo siguiente: “A partir del domingo 15, los españoles no pueden moverse de sus hogares, salvo en algunos casos. Se les permitirá ir a trabajar -si no pueden hacerlo desde sus casas-, ir al médico, al banco, salir para cuidar a personas mayores, a niños, a discapacitados o a quienes lo necesiten. Colegios, bares y restaurantes, cerrados”. Comenzaba la situación de estado de alarma.   En sorprendente cómo en una semana hemos vivido un cambio de panorama tan radical.

Durante el domingo 15 de marzo, España suma más de 2.000 contagios en las últimas 24 horas. Las cifras oficiales señalan que los casos positivos ya superan los 6.250 y las personas que murieron por el Covid-19 son 190. Nos queda esperar con paciencia en casa y detectar nuevos modos de acompañar a nuestra comunidad: “es tiempo de plantar olivos”.

El templo aún no estaba cerrado, por si algún feligrés al salir de su casa, y  por los motivos antes señalados, aprovechaba a hacer una visita. Bajo el lema “#Lacaridadnocierra” los misioneros estamos disponibles y preparando talleres virtuales, acompañamiento telefónico a los adultos mayores y material audiovisual para los chavales. Estamos a las puertas de una Semana Santa diferente.

Semana II del confinamiento por situación sanitaria

Algunos miembros de la comunidad parroquial nos informan que han cogido el virus. Los tenemos presentes en la oración. Estamos todo el día en casa. El martes lo dedicamos a una amplia reunión comunitaria para compartir cómo estamos en este tiempo de confinamiento y de acompañamiento pastoral a distancia; en general, lo estamos viviendo desde la escucha de la realidad y la fe. Decidimos mantener nuestro horario habitual de vida, y celebrando juntos la eucaristía diaria. Fernando sale un momento a ver a Rafa al Hospital y Giancarlo a la compra.

“Por primera vez en su historia, la Unión Europea cierra sus fronteras exteriores y prohíbe la entrada a los ciudadanos de terceros países salvo en circunstancias excepcionales. «Hemos acordado adoptar una decisión coordinada para restringir los viajes no esenciales a la UE durante 30 días», ha anunciado este martes el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, tras una cumbre por videoconferencia de tres horas”.

“La decisión llega horas después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decretase «la movilización de 200.000 millones de euros, la mayor cifra de la historia reciente de España», una cantidad que equivale al 20% del PIB español, para combatir la crisis social y económica del coronavirus. Este martes España suma 184 nuevos fallecidos y más de 2.000 casos, con lo que los contagios diagnosticados ya son 11.681 y las víctimas mortales son 525”. (Periódico El País, 17 de marzo de 2020).

El miércoles por la noche fue publicado un nuevo comunicado parroquial, a propósito del COVID-19. Este, a diferencia de los anteriores, tiene un tono más pastoral y de ánimo para la comunidad parroquial.  Se avisa que las celebraciones de Semana Santa serán grabadas y transmitidas “streaming”, dada la situación que estamos viviendo.

El jueves 19 de marzo celebramos la Solemnidad de San José. Presidió Marco Antonio y nos animó a unirnos a la fiesta civil del día del Padre. En la eucaristía compartimos sobre nuestra figura paterna y pedimos por nuestros 4 padres difuntos.

Nos informan el viernes que el estado de salud de nuestro hermano Rafa Vera ha empeorado. Nosotros seguimos en confinamiento y desde esta situación intentamos acompañar a su familia y nuestros parroquianos.

Sábado 21. Iniciamos la primavera y con ella el deseo de seguir alimentando la esperanza en la vida, en la comunidad y en la presencia de Dios en medio del momento que vivimos.

“España suma ya 1.753 muertes y 28.572 contagios de los cuales 1.785 están en la UCI y 2.575 han recibido el alta. La Comunidad de Madrid ha superado, ella sola, los mil fallecidos. Esta mañana, el Gobierno ha decidido ampliar 15 días el estado de alarma”. (El País , Sábado 21 de marzo).

Igual que la semana anterior, grabamos la Eucaristía desde Guadalupe. Esta semana la presidió Giancarlo. Con el Evangelio del ciego de nacimiento de fondo, Fernando invitó a los oyentes a que se unieran a la expresión de nuestro Padre Félix: “Ver por los ojos de Jesús y que Jesús vea por los nuestros”. Que Dios conceda esa gracia a todos nuestros hermanos y hermanas con los que caminamos parroquialmente.

La noche del sábado murió Rafa Vera, MSpS a los 62 años rodeado de su familia. Hace ya días que esperábamos este desenlace final. Todo ha sucedido muy rápido, no obstante, Rafa ha sido consciente de su gravedad dando a todos testimonio de fe y entereza. Por la situación de crisis por la pandemia del coronavirus, no se va a poder convocar a la feligresía. A las 21 horas nos reunimos en la capilla y rezamos el “Te Deum” encomendando a Rafa al Señor y pidiendo para su familia, amigos y feligreses consuelo, fortaleza y paz.

Semana III del confinamiento por situación sanitaria

Iniciamos la tercera semana de la situación extraordinaria a causa de la pandemia. La comunidad se mantiene en casa siguiendo el confinamiento pedido por las autoridades.

Lunes 23. Recibimos una llamada telefónica de  la comunidad de Misioneros del Espíritu Santo de Crema, Italia. Los hermanos nos han llamada para saber en qué situación nos encontramos y para compartir su propia experiencia de confinamiento y de acompañamiento. Nos enteramos que en México están comenzando a tomar medidas pero por parte de la gente, el presidente del gobierno aún no se entera o mejor dicho, no quiere enterarse.

El Martes 24 tuvimos una amplia reunión en la mañana. La tarde reuniones telemáticas, de comunidades, comisiones, áreas, etc.

A nivel social fue un día luctuoso para España. “La Unión Europea ha cerrado sus fronteras exteriores hasta el 17 de abril y más de 85 países han prohibido la entrada de viajeros países con una gran incidencia, como Italia o España” (RTVE).

Miércoles 25: Celebramos la Encarnación, a las 13.00 en nuestra eucaristía comunitaria presentamos al Señor la vida de la comunidad parroquial: las soledades, las angustias y el tedio que muchos de nuestros hermanos laicos nos comparten en las llamadas telefónicas. Además, vamos elaborando una lista de los miembros de nuestra comunidad parroquial o sus familiares fallecidos por el virus o por diversas causas, a quienes vamos mencionando en la Eucaristía dominical. Cada uno de nosotros va monitoreando en sus áreas las personas que necesitan de algún servicio que podamos ofrecer desde Parroquia.

Hoy se ha decretado un nuevo plazo para el estado de alarma. Queda confirmado hasta el día 12 de abril, mismo que coincide con el domingo de Resurrección. Nos quedó absolutamente claro, viviremos la Semana Santa desde la óptica virtual. Fijaremos horarios para los oficios con el fin de que la mayor parte de la comunidad parroquial coincidamos desde nuestros hogares en las distintas celebraciones.

Para el sábado 28 se nos informó de las nuevas medidas de seguridad e higiene que ha tomado el Gobierno: “A partir del lunes 30 solo podrán salir de sus casas para realizar sus funciones laborales, los trabajadores esenciales, entre quienes se encuentran los sanitarios, los transportistas de alimentos, los empleados de los locales de alimentación, los medios de transporte públicos, y aquellos trabajadores cuyas empresas han reconvertido sus tareas y realizan trabajos que contribuyen a la mejora de los contagiados por el virus”.

El domingo y, a raíz de los distintos duelos que vamos percibiendo en nuestra comunidad parroquial, descubrimos la necesidad de mirar con ojos de resurrección y encomendarle al Padre los diversos decesos de amigos y familiares de nuestras comunidades. El tema de nuestras familias no ha sido menos importante en este tiempo. Nos preocupa México. Igual que nosotros ha entrado en estado de emergencia sanitaria. Desde aquí procuramos llamar a nuestros familiares a quien acompañamos de manera creativa con oraciones a distancia y llamadas frecuentes. Concluimos el domingo con la adoración eucarística y la cena comunitaria.

Para este día 30 de marzo en que cerramos nuestra crónica ya hay en España 78.797 infectados, 6.528 fallecidos y 14.709 altas. Estamos esperanzados en que el número de recuperaciones vaya siendo cada vez mayor, hasta superar el número de infectados por el virus.

Lectura creyente: favorecer una Iglesia de solidaridad prudente

Es muy bello ver como departe de la vida religiosa están surgiendo una serie de lecturas de fe sobre este tiempo. Algunos hablan de vivir la cuarentena en clave de cuaresma, otros que hay que volver a un cristianismo de catacumbas, a una Iglesia doméstica. Nosotros pensamos que es momento de abrazar al (los) crucificado (s).

Decía Concha en la pandemia de 1918: «- No había podido volver a escribir; he estado muy enferma. Ayer todo el día en cama y ¡SIN COMULGAR! ¡Dios mío! Entonces apreté a este mi crucifijo contra mi pobre corazón y suplí con mis ardientes deseos expresados en oración, esa comunión, ¡que es MI VIDA!» (CC CCA. t. XXII, 426). Ella nos enseña una fe prudente, silenciosa y creativa. El abrazar al crucificado es un signo de resistencia cristiana que se niega a una fe mágica que evita las vicisitudes, el dolor y la solidaridad con las víctimas. El crucificado nos hace Pueblo Sacerdotal.

Como comunidad de Madrid nos toca favorecer la paciencia (no ociosa) del Sábado Santo. Ya llegará la Pascua. En algunas semanas o meses podremos celebrarla. Partiremos el pan y nos uniremos en una misma mesa (sin temor a contagiarnos) con los niños, los jóvenes, los adultos y nuestros mayores. Resucitaremos de esta pandemia. Volveremos a decir presencialmente las palabras del viviente: “Haced esto en memoria mía” (1Cor 11,24). Ya vendrá el tiempo de la cosecha de todo esto que aún no percibimos. Ahora es tiempo de plantar olivos.

Terminamos esta crónica con unas palabras del papa Francisco pronunciadas el viernes pasado en la oración de la plaza de San Pedro:

«Al atardecer» (Mc 4,35). Así́ comienza el Evangelio que hemos escuchado. Desde hace algunas semanas parece que todo se ha oscurecido. Densas tinieblas han cubierto nuestras plazas, calles y ciudades; se fueron adueñando de nuestras vidas llenando todo de un silencio que ensordece y un vacío desolador que paraliza todo a su paso: se palpita en el aire, se siente en los gestos, lo dicen las miradas. Nos encontramos asustados y perdidos. Al igual que a los discípulos del Evangelio, nos sorprendió una tormenta inesperada y furiosa.

Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente. En esta barca, estamos todos. Como esos discípulos, que hablan con una única voz y con angustia dicen: “perecemos” (cf. v. 38), también nosotros descubrimos que no podemos seguir cada uno por nuestra cuenta, sino solo juntos” (Bendición Urbi et Orbe extraordinaria)

Semana IV del confinamiento por situación sanitaria

Nos hemos distribuido las tareas de casa y la animación comunitaria por días. La función de animación consiste en dirigir la oración de la mañana de martes a sábado y la oración vespertina de los domingos, abrir y cerrar la verja, sacar la basura, presidir la Eucaristía del día y preparar la cena de los domingos por la noche.
El viernes 3 se nos anuncia por parte del gobierno la decisión de prolongar “el estado de alarma” hasta el día 26 inclusive. Celebramos el domingo de Ramos cibernéticamente y por la tarde nos dedicamos cada uno a diversas actividades.

Los días santos de lunes, martes y miércoles preparamos la liturgia de la Cena del Señor, La Adoración a la Cruz y la Vigilia pascual. Todas las celebraciones las hemos preparado con algunos laicos, todo por “ciber reunión”. Ha sido interesante y hemos agradecido mucho la disposición de todos.
El martes tuvimos reunión comunitaria en la que tomamos algunos acuerdos. Celebramos la Eucaristía por la tarde. Fernando enviará un nuevo comunicado, a partir de las medidas de seguridad que tome el gobierno

El Jueves Santo, presidió Giancarlo.
Fernando tuvo oración cibernética con las comunidades jóvenes de la PA, Josué con los chavales, Giancarlo, Marco Antonio y Fernando prepararon, además, la oración del huerto para las 21.00 H.
Por la noche vimos el telediario. Las cifras siguen en aumento pero la curva va descendiendo en cuanto a cantidad de infectados por día y va aumentando en cuanto a las altas. A fecha de hoy se contabilizan ya un total de 152 400 infectados, 15 351 fallecidos y 52 165 recuperados.

El viernes Santo, Adoración a la Santa Cruz la presidió marco Antonio. Josué continúa en la Semana Santa con las PJV y Fernando con las comunidades jóvenes de PA. El sábado 11 día de desierto fue preparado por un grupo de laicos coordinado por Giancarlo, rezamos laudes y después día de desierto hasta las 13.30, hora en que nos reunimos en la capilla para compartir sobre la muerte de Jesús, los muertos y nuestras propias muertes desde el punto de vista teológico, antropológico, filosófico y psicológico. Interesante y profundo. Por la tarde vimos la película “La habitación del hijo” sobre el tema del duelo, A las 21.00 con la comunidad parroquial asistimos a la “Vigilia Pascual”Vigilia pascual.

Domingo 12 Resurrección del Señor. Nos encontramos en el salón para participar en la misa del Cardenal a las 12.00 y por la noche a las 20.30 H hicimos la oración que animó Fernando. Más tarde la cena comunitaria preparada por Marco Antonio. En el telediario aparecen nuevas cifras: están infectados; 166.019 fallecidos16 972 y altas 62,391.

Semana V del confinamiento por situación sanitaria

Lunes 13: Día personal, decidimos mantener como habitualmente los hacemos nuestro día de descanso. El martes tuvimos todo el día de reunión comunitaria. Vimos varios temas interesantes, entre ellos evaluamos la Semana Santa y tomamos a algunos acuerdos pastorales y comunitarios en este tiempo de confinamiento. Continuamos por la tarde con la reunión y celebramos la eucaristía a las 6.30. Nos acompañó Alfonso Rovira, está en Madrid pues vino de vacaciones familiares pero le pillo aquí el confinamiento y tuvo que cancelar. El sábado y el domingo mantuvimos nuestras actividades personales y nos dedicamos a hacer algunas tareas de casa:

! Un poco de humor…!

Semana VI del confinamiento por situación sanitaria

Video conferencia de PJV

El lunes 20 iniciamos nuestra Formación Permanente Provincial. Dedicaremos esta semana a dar un taller en el que alternaremos trabajo personal por la mañana y compartir comunitario por la tarde dentro de la celebración de la eucaristía. No obstante el martes mantuvimos nuestra reunión comunitaria por la mañana para acordar algunos temas pastorales para este tiempo que seguimos en confinamiento. Por la tarde retomamos el tema del taller y por la noche vimos en el telediario, entre otras noticias que al día de hoy hay ya 219.764 infectados, 22.525 fallecidos y 92.355 altas. Las personas que recuperan van siendo cada vez más y eso crea esperanza en medio del dolor por la pérdida de muchos y el temor a que enfermen otros más.
El viernes celebramos la eucaristía a las 8.00 y por la tarde tuvimos reuniones cibernéticas de pastoral, Josué de éxodo y PJV y Giancarlo, Marco Antonio y Fernando de Formación Básica de Pastoral de Adultos. Como veis, seguimos en activo, pero sobre todo intentando acompañar a la comunidad parroquial en este tiempo e intentando seguir los pasos de Jesús el Buen pastor.

El Sábado 25 hicimos el cierre del taller a las 17.00 H compartiendo nuestra cosecha en comunidad.
Gran día para los niños, si ya la semana pasada se daban pequeños pasos de des-escalada para la industria y la construcción, esta vez fue para los niños. Se ha decretado que pueden salir a la calle acompañados por un adulto y durante una hora a no más de un kilómetro de distancia de su domicilio y con las medidas de higiene necesarias. Nosotros rezamos por la noche y cenamos en comunidad. Esta vez fue Giancarlo quien nos preparó una rica cena.

Semana VII del confinamiento por situación sanitaria
Lunes 27. Hemos iniciado nuestra semana de Ejercicios Espirituales. Una vez explicada la dinámica a seguir, los objetivos que se persiguen y el encuadre teórico existencial de la “Experiencia de Dios” (ese es el tema sobre el que versan estos ejercicios) quedamos para celebrar la Eucaristía a las 19.00 H.

Semana VIII del confinamiento por situación sanitaria
El martes se anuncian las nuevas “medidas de Seguridad e higiene”. Comienza la desescalada en 4 etapas.
El viernes 1 de mayo por la tarde concelebramos la Eucaristía por nuestros difuntos a través del Youtube en directo. Preside Marco Antonio. Se nos unieron desde 1375 hogares, si calculamos una media de 2 personas en cada casa significa que cerca de 2750 personas “honramos a quienes hoy viven la experiencia del eterno abrazo del Padre común” uniéndonos al dolor de sus familiares y amigos en la esperanza de la Resurrección.

Lectura creyente:
Y qué otra lectura sino la creyente ¿podríamos hacer nosotros, seguidores de Jesús? Y es que en medio de esta realidad, que desde luego ni esperábamos ni deseamos, pero con la que nos encontramos, somos testigos de la semilla que al ser sembrada bajo la tierra y enterrada en la oscuridad, comienza a germinar después de haberse desquebrajado, preparándose para en un futuro próximo, comenzar a dar fruto y fruto en abundancia. Tal como los leemos en la Escritura.
No, no somos ingenuos, no siempre en este tiempo de confinamiento dejamos surgir lo mejor de nosotros mismos. La soledad a la que acompaña el pesimismo; la incertidumbre que trae desasosiego, o el hartazgo y el cansancio que aburre convive con los actos de servicio, la búsqueda de nuevas iniciativas para colaborar con quien va sintiendo la carencia para satisfacer sus necesidades básicas, las muestras de apoyo y la toma de conciencia que ha producido este paro obligatorio, y es esta otra cara de la moneda la que da razón a nuestra esperanza.
Y es que este hecho ha llevado a muchas personas a preguntarse: ¿qué es lo que realmente merece la pena? ¿Cómo quiero seguir mi camino? ¿Qué puedo hacer para favorecer que reine en mi familia un espíritu de unidad?
La pascua de Jesús no ha sido en vano. Hoy en pleno siglo XXI sus discípulos, es decir, todos nosotros quienes formamos su iglesia, pueblo de Dios, laicos y pastores, somos llamados como entonces Pedro, los 12 y el grupo de mujeres que les acompañaba, a ser testigos de su Buena Noticia.

No obstante ser 1º de mayo el confinamiento nos ha llevado a la cancelación de las actividades propias de esta fiesta, tanto en lo civil, como lo religioso en el día de S, José obrero. Sin embargo, hemos dedicado este día a celebrar las exequias por los difuntos

El 3 de mayo, primer domingo de mayo recordamos a las madres por quienes tuvimos una intención especial en la Eucaristía.

Semana IX del confinamiento

Martes 5 tuvimos reunión comunitaria en la que hemos tomado algunos acuerdos previos a la próxima desescalada. Decidimos abrir la Cripta por la mañana y por la tarde para que las personas que salgan a dar un paseo aprovechen a hacer una visita o un momento de oración.

Viernes 7: ORE. Siempre vía online, retomamos la oración comunitaria con el tema “Las diferencias sociales”. Sábado 8 día de grabación. Madrid no pasa a la siguiente fase por lo que a nosotros, la Iglesia madrileña, y en particular Guadalupe, tocará continuar como hasta ahora con misas cibernéticas. Este domingo presidió  Josué. “Ser casa, templo de Dios, que acoge…” exhortó a todos, en especial en esta circunstancia de confinamiento.

Semana X del confinamiento:

El viernes 15, fiesta de S. Isidro celebraremos online a las 20:15 para dar oportunidad a los aplausos en los balcones y terrazas a los sanitarios y servidores varios durante la pandemia.

El domingo 17 Festejamos los 65 años de Fernando con una suculenta cena preparada por Josué, el animador comunitario en esta quincena.

Semana XI del confinamiento.

Para cumplir con la normativa sanitaria y prepar el paso a fase 1, dedicamos el lunes para realizar los cambios necesarios apoyados por Luis y  algunos jóvenes de la PJV (los hermanos Jaime y Gonzalo Díaz Puchol y Joaquín de la comunidad de Djembé) colocamos algunas señalizaciones, pulverizadores de gel hidro-alcohólico y cárteles en cripta y templo.

Miércoles 20: hemos celebrado los 54 años de Alfonso Rovira, nuestro querido ex párroco, varado en Madrid por el cierre sanitario de fronteras. El Viernes 22 celebramos una ORE extraordinaria. El motivo ha sido pedir por los enfermos y por quienes cuidan de ellos. Y esta misma tarde, ¡alegría, júbilo y gozo! Nos anuncian que el anhelado paso a la Fase 1 por fin llegará a Madrid  el lunes 25.

Semana XII del confinamiento:

¡Las terrazas, espacio de socialización y vidilla madrileña por excelencia reabren! Albricias y sana relajación son el nuevo contagio entre los vecinos.

Comienzan las misas, con aforo al 30% (60 y 200 personas para cripta y templo respectivamente). A las 11, 12, 13, 19 y 20 h. el templo volvió a ser espacio de comunión, celebración de fe y encuentro con Dios. Quizás por miedos, previsión de cupo, escrúpulos por contagio u opción de la misa vía internet, no hubo problemas por aforo, incluso en misa de 12 quedaron asientos libres.

Lunes de paseo comunitario. Cómo disfrutamos la carretera a Chinchón, pasear por sus callejuelas semidesiertas, sentir la llovizna y la brisa mientras bebíamos una caña o un vermut en una de las terrazas de la plaza central. Caímos en cuenta que muchas veces valoramos poco la grandeza que implican las pequeñas cosas de cada día.

Cerramos mayo con gran alegría al cobijo del Espíritu Santo. Vigilia y Celebración de Pentecostés. Muy buena afluencia de gente respetando el aforo permitido.  El templo cubrió el aforo reglamentado.

Semana XIII del confinamiento:

Iniciamos el mes de junio con un día personal de descanso con la ilusión de pasar a la siguiente fase el próximo 8 de junio. En las actividades de culto se modifica el aforo de un 1/3  al 50 % y con un poco más de movilidad, aunque se conservan las franjas horarias para los diferentes segmentos de la población, es decir, mayores de 14 años, personas mayores, y menores con sus cuidadores podemos salir a dar un paseo en diferentes horas del día. Se nota ya movimiento en las calles y un ánimo más optimista y sonriente.

Lectura creyente:

Poco a poco se va respirando en el ambiente un clima de esperanza, con la sensación de que vamos saliendo del túnel, y aunque, todavía se percibe en algunas personas el temor al contagio y en otras un poco de temeridad (hay quienes no guardan las medidas de seguridad) en la mayoría hay sensatez y prudencia.

Resulta difícil encontrarse y mantener la distancia, sabe a poco verse sin abrazarse, no obstante, todo esto va formando parte de lo que se llama “la nueva normalidad”. Lo importante de todo esto es que para muchos ha recobrado el Evangelio la novedad, que tal vez con el tiempo iba perdiendo. Descubrir a Jesús como alimento imprescindible; encontrarse con los demás a los que desde el confinamiento  echamos de menos; profundizar en el sentido que queremos dar a nuestras vidas y preguntarnos una vez más, sobre lo que nos mueve a realizar o no una acción o a actuar de una determinada manera.

El Espíritu continúa inspirando la humanidad con sus mociones y quienes decimos seguir a Jesús, podemos aprovechar esta situación como oportunidad para hacer nuestras las palabras del apóstol: “Todo sirve para el bien de aquellos que aman a Dios”

MISIONEROS DEL ESPÍRITU SANTO

(ESTA ENTRADA SE IRÁ ACTUALIZANDO PERIÓDICAMENTE)