Guadavisión, encuentro de villancicos. Cuando recibimos el correo electrónico con el evento, desde nuestra “joven” comunidad Tamar, lo hablamos y decidimos participar. Reto para nosotros pues, aunque nos encanta cantar, somos conscientes de lo mucho que nos falta para hacerlo bien. A pesar de ello nos lanzamos, lo asumimos como actividad de la comunidad, cantaríamos los que estábamos aquí y los que, por motivos de agenda ¡qué bien queda eso! o por compromisos familiares no podían asistir, nos acompañarían en el corazón.
El primer reto fue buscar villancicos para cantar conscientes de nuestras limitaciones, menos mal que contamos con nuestros hermanos Ana y Juanjo que son capaces de sacar el máximo con la materia prima con la que contamos.
Segundo reto, encontrar momento para poder ensayar en unas fechas que son de prisas y llenas de múltiples compromisos ya adquiridos. Logramos encontrar un hueco para tomar contacto con los villancicos y no mas.
Total que nos plantamos en el día 30 sin haber podido ensayar todos juntos. Eso sí, el día indicado a las seis y media de la tarde coincidimos todos los que íbamos a participar, porque lo de cantar viene luego.
El ensayo fue muy divertido, lo disfrutamos, nos reímos, y pusimos nuestra mejor voluntad para hacerlo de manera digna. Otra vez Ana nos preparó; con infinita paciencia, nos enseñó a vocalizar, a saber cuando teníamos que entrar, cuando teníamos que acabar ….
Nuestro objetivo, colaborar, junto a otros hermanos de la parroquia, en pasar una tarde festiva, alegre y distendida junto a la comunidad parroquial
Tercer reto, eran las ocho de tarde, hora nada taurina, empieza Guadavisión.
¡¡¡Horror!!! los otros participantes: el coro de doce (profesionales) el coro de ocho (profesionales) un conjunto de cantos alemanes una pareja de voces jóvenes (linda juventud) y nosotros, un grupo de personas que unos minutos antes se juntaron para cantar o mejor dicho para disfrutar cantando unos villancicos.
Salimos a disfrutar y disfrutamos. Y creo que transmitimos esa alegría, ese pasármelo bien a los asistentes. Lo importante no era cantar estupendamente bien, sino juntos celebrar, cantando villancicos, la Navidad, de manera sencilla, alegre y divertida
Lo que si podemos deciros, que para nosotros, como comunidad Tamar, fue una experiencia inolvidable el poder transmitir a la comunidad parroquial nuestro compromiso de vivir alegres en el amor de Jesus de Nazaret,
Quizás tuvimos fallos… seguro, pero que nos lo hemos pasado bien, bien, eso seguro que sí.
Nuestro mensaje a todos los que formáis parte de esta parroquia de Guadalupe es que os animéis a participar cada vez que tengamos oportunidad de hacerlo. Enriquece y da mucha vida a la comunidad.
Comunidad Tamar